miércoles, 30 de diciembre de 2015

Parc del Riu Llobregat... ida y vuelta.

Última salida del año 2015, el Parc del Riu Llobregat es un espacio sorprendente encajonado entre multitud de infraestructuras (autopistas, líneas de tren, carreteras, zonas industriales, zonas urbanas...), resulta inverosímil que se pueda trazar un recorrido por esta zona pero así es.
La ruta empieza en el margen izquierdo del río justo en el Pont del Diable y está perfectamente señalizada, voy bajando por la pista que discurre al lado del río hasta la altura de Castellbisbal donde hay una pasarela, la Passera Groga, que permite cruzar al margen derecho.
Más de 2.000 años de diferencia.
El Llobregat desde la Passera Groga.
El Papiol con su castillo medieval.
El margen derecho es un magnífico carril-bici que va esquivando todas las infraestructuras sin tener que cruzar carreteras en ningún momento, por el camino se pueden ver bastantes pájaros en el cauce del río, principalmente corbs marins, patos, gaviotas y martinets blancs. 
Corbs marins.
Represa en Molins de Rei.
Carril-bici a la altura de Molins de Rei.
En Sant Boi del Llobregat abandono un momento el carril-bici para acercarme a ver las Termas Romanas de Sant Boi, me reincorporo y a los pocos metros un cartel advierte que el camino está cortado por obras de ampliación de un puente, toca volver al cruce de caminos de Sant Boi y cruzar al otro margen por un paso inundable, pasado el puente otro paso inundable me devuelve al margen derecho.
Cruce de caminos en Sant Boi.
Las termas romanas de Sant Boi.
Detalle de los mosaicos.
En la zona del Prat de Llobregat hacen su aparición las huertas, principalmente de alcachofas, escarolas, lechugas, habas, calçots... es una zona protegida por el Parc Agrari y convive con el ruido de los aviones que se dirigen al aeropuerto.
Sant Boi de Llobregat.
La huerta de El Prat de Llobregat.
Pont de la Gola del Llobregat.
Sigo todo recto hasta llegar a Cal Lluquer donde está el punto de información del Delta del Llobregat, no todos los itinerarios están permitidos para bicicletas y en algunas épocas del año está mas restringido el acceso a alguna áreas. El camino sigue recto hasta el Mirador de la Bunyola y pasa justo por debajo de la ruta de aproximación del aeropuerto... la definición perfecta de El Prat: "alcachofas y aviones".
Campos de alcachofas del Prat y...
Un Airbus a380, ¡impresionante!.
Camino por el Delta.
Desde el Mirador de la Bunyola las vistas son excepcionales. Hacia el norte la desembocadura del Llobregat y el puerto de Barcelona, dominado por Montjuic, al fondo se vislumbra el Montseny. Hacia el sur se extiende la Platga del Prat, de acceso restringido, el Mirador del Semàfor y el aeropuerto. Tras un rato mirando el paisaje continúo hasta el final del trayecto en el Mirador del Semàfor.
Montjuic y el Montseny.
Mirador del Semàfor.
Un Martinet Blanc.
El Mirador del Semàfor es la antigua casa de vigilancia del transito marino, se comunicaba con el Faro de Montjuic mediante señales ópticas y luminosas avisando de la llegada de los barcos. No sé porqué pero a mi me recuerda a la casa de Norman Bates en Psicosis.
Canal de la Dreta, Montserrat al fondo.
Acceso al Mirador del Semàfor.
Platga del Prat y de Ca l'Arana.
Del Mirador del Semàfor sigo el camino que va al lado del Canal de la Dreta hasta el Mirador dels Avions, un lugar muy concurrido, y es que resulta impresionante ver pasar los aviones a apenas un centenar de metros de altura.
Mirador dels Avions.
Impresiona lo cerca que pasan.
Cal Nani.
Ahora voy deshaciendo camino de vuelta, dejo a un lado la pasarela de Cornellá y en el paso inundable de Sant Boi continúo por el margen izquierdo (norte), el camino de este margen es menos "urbanizado" y coincide con el Camino de Santiago desde Barcelona. En Molins de Rei dejo el camino para ver los Aiguamolls de Molins de Rei, es una antigua zona de extracción de áridos reconvertida en zona húmeda permanente.
Aiguamolls de Molins de Rei.
Vuelta por el margen izquierda.
Con tramos mas "salvajes".
Más adelante la Riera de Rubí se ha de cruzar "a pelo", por suerte no baja ni gota de agua, de aquí ya voy rodando los pocos kilómetros que quedan hasta Martorell, no hay apenas desniveles pero los kilómetros de la ruta se notan. Las fotos de rigor en el Pont del Diable y de vuelta en tren hasta Vilafranca.
20 siglos...¡pintarrajeado por imbéciles!
Montserrat dominando el horizonte.
Unas viejas amigas.
Al final ha sido una ruta muy entretenida y que se puede acortar haciendo la vuelta en tren desde cualquiera de las estaciones de tren del recorrido.
Distancia: 61,9 Km.
Desnivel acum.: +428 mts. -428 mts.

domingo, 27 de diciembre de 2015

Camí de Ronda de Tarragona a Altafulla

Ha pasado Nochebuena, el día de Navidad y San Esteban... y ahora toca digerir los excesos gastronómicos de estos días. Decidimos aprovechar estos días de buen tiempo para hacer una ruta que permite descubrir unos rincones de la Costa Daurada que resultan realmente sorprendentes.
Empezamos a caminar en la misma estación de tren de Tarragona, por el paseo de la Platga del Miracle hasta llegar a la Punta del Miracle y el Fortín de la Reina donde hay un plafón con explicaciones de la ruta que vamos a seguir, está toda señalizada con carteles amarillos de la Xarxa de Camins de Tarragona y coincide con el GR-92 (marcas blancas y rojas) por lo que la orientación es fácil... el mar siempre a la derecha.
Platga del Miracle.
Dejamos Tarragona atrás.
La Punta Grossa.
Cuevas en la Punta del Miracle.
El Fortí de la Reina.
Sant Magí en la Punta Grossa.
Vamos haciendo ruta casi siempre por las rocas y pasamos la Punta Grossa, la Platga de L'Arrabassada, la Punta de La Savinosa, con el antiguo hospital para tuberculosos, y la Platga dels Capellans. El mar está totalmente en calma y hay gente que aprovecha el buen día para darse un baño.
¿Por donde queda la montaña?
Platga de L'Arrabassada.
Impresionante el color del agua.
Roquerios en la Punta de la Savinosa.
Platga dels Capellans.
La Platga Llarga, muuuy larga.
La Platga Llarga hace honor a su nombre, realmente es larga de cojones y no se rompieron mucho la cabeza para ponerle el nombre. Hacia la mitad aprovechamos que hay un bar abierto para hacer una pausa, tomar unas cervezas y encarar el resto de la ruta. Pasada la Platga Llarga, en la Punta de la Creueta, hay una antigua pedrera romana, la Pedrera dels Escipions en la que se ven perfectamente los huecos de las rocas extraídas y algunos bloques a medio extraer.
Pedrera dels Escipions.
Bloques a medio extraer.
En la Punta de la Creueta.
Savinar al lado de la playa.
Al fondo aparece la Torre de la Móra.
Cala Fonda.
El GR-92 a ratos se interna por el bosque aunque casi siempre es posible ir siguiendo los roqueríos hasta la Cala Fonda, una de las pocas calas vírgenes que quedan en la zona, el camino sigue ahora por el Bosc de la Marquesa hasta llegar a la Torre de la Móra dentro del recinto de un camping, hay que ir bordeando la valla del camping por un estrecho sendero hasta encontrar una entrada justo en la torre, el paso por el camping está permitido siguiendo unas flechas amarillas que nos dejan en la Platga de la Móra.
En la Roca Plana.
El Bosc de la Marquesa.
La Torre de la Móra.
Platga de la Móra.
El GR-92 se enfila por el bosque.
Cova del Manalet.
Una vez pasada la Platga de la Móra el camino se enfila por el bosque hasta un paseo de la urbanización con unas casas de escándalo, luego un sendero llega hasta la Cala Jovera con su curiosa península y el Castell de Tamarit, original del S.XI-XII, en el S.XIV se destinó a la vigilancia costera contra el ataque de los piratas, actualmente es de propiedad privada y se destina a celebraciones.
Islote ya cerca de Tamarit.
Aparece el Castell de Tamarit.
Cala Jovera.
Una de los accesos al castell.
Castell de Tamarit.
Desembocadura del Gaiá.
Rodeamos el castillo por el interior y llegamos a la Platga de Tamarit, la desembocadura del Gaiá que cuenta con una zona de aiguamolls y por la playa llegamos a Altafulla donde tomamos el tren de regreso a Tarragona.
Distancia: 14,4 Km.
Desnivel acum.: +578 mts. -598 mts.