lunes, 11 de agosto de 2014

Camino de Santiago. Etapa 4 Fraga a Candasnos, Bujaraloz y Pina de Ebro

Son las seis de la mañana, apenas está amaneciendo, cargamos las bicicletas en el coche para salir dirección Fraga y continuar el Camino allí donde lo dejamos hace una semana. Llegamos a Fraga a las ocho y en media hora ya estamos listos para empezar a pedalear.
El plan de hoy... ¡cruzar Los Monegros! y mañana llegar a Zaragoza, al igual que los días anteriores haremos una primera etapa larga y la segunda corta para no tener problemas con los autobuses de vuelta a Fraga. Empezamos cruzando Fraga por la Avenida de Cataluña y pronto volvemos a encontrar las flechas amarillas que nos guían desde hace tres jornadas. La mañana es fresca y sopla un ligero cierzo que hace agradable pedalear sin llegar a molestar.

Rápidamente el camino empieza a subir para abandonar el valle del Cinca y alcanzar el altiplano de Los Monegros, es un desnivel de 270 metros que se salva en unos 6,5 kilómetros... cuestión de paciencia. Hay un punto en que el camino está en regular estado, pierdo tracción y toca superar un pequeño repecho a pié empujando la bicicleta, no es que sea una pendiente extrema pero con las alforjas todo resulta un poco mas pesado. Finalmente llegamos al final de la subida y las flechas amarillas nos acercan a la N-II y el primer "avituallamiento" del día: El Ventorrillo; llegamos sudando a mares, todo y que realmente no hace mucho calor, así que nos tomamos una caña para rehacernos y continuar.
El valle del Cinca con Fraga al fondo
El Ventorrillo, parada obligada
Entre El Ventorrillo y Candasnos
Ante nosotros se abre el paisaje de Los Monegros de una manera espectacular, kilómetros y kilómetros sin ninguna sombra, rodeados de campos de cereal agostados y matorrales resecos que a duras penas consiguen crecer en esta zona semidesértica. El camino resigue la Cañada Real de Aragón que va prácticamente en paralelo a la N-II pero a una distancia suficiente como para apenas oír el ruido de los camiones y poder disfrutar de la sensación de pedalear por Los Monegros

Al cabo de unos 14 kilómetros cruzamos la N-II por debajo aprovechando un pequeño puente en un torrente, por supuesto seco, y en unos 12 kilómetros mas llegamos a Candasnos. Nos acercamos a la iglesia y como está cerrada pasamos por el Ayuntamiento, donde muy amablemente nos sellan la credencial. Salimos de Candasnos y enseguida volvemos a encontrar las flechas amarillas, llegamos a una bifurcación en la que un pequeño cartel nos indica que hemos de tomar una camino que baja hacia la derecha... al principio todo va bien pero poco a poco el camino se va cerrando y termina casi como en Fraga, ¡encharcado y entre cañizales!. Por suerte esta vez no llegamos a tener que bajar de la bici, según el GPS en este punto aproximadamente hemos cruzado el meridiano de Greenwich. Continuamos bajando hacia Peñalba y me doy cuenta de que... ¡he pinchado otra vez!, por suerte hay un árbol cerca y podemos reparar la rueda a la sombra y continuamos hasta Peñalba. Nuestra intención era comer en Peñalba pero el único bar que encontramos abierto no hace bocadillos, son las 12:30 por lo que nos tomamos otra cervezita y decidimos continuar hasta Bujaraloz que está a unos 13 kilómetros.
Entrando en Candasnos
Tramo encharcado antes de Peñalba
Peñalba
Se sale de Peñalba por una carretera secundaria que va subiendo para salir del pequeño valle en el que está situado el pueblo, al poco rato de terminar la subida tomamos un camino rural asfaltado que lleva directo a Bujaraloz. Este tramo atraviesa una extensa zona de regadío entre maizales a lado y lado y casi sin sombras donde descansar. En el Ayuntamiento de Bujaraloz nos sellan la credencial y comemos en un hostal justo al lado de la iglesia (¡cerrada por supuesto!). Al poco rato de salir de Bujaraloz encontramos dos bicicletas con alforjas a un lado del camino, los propietarios han aprovechado un montón de fardos de paja que hacen algo de sombra para dormir la siesta, serán los únicos peregrinos que veremos en todo el día. Nosotros decidimos seguir hasta la ermita de San Jorge que hay un poco mas adelante para descansar a la sombra.
Regadíos antes de Bujaraloz
Ermita de San Jorge, sombra para descansar
Palomar
Son las cinco de la tarde y el calor aprieta, el paisaje vuelve a ser semidesértico, apenas algunos bosquecillos de pinos dan una nota de verdor, poco después de la ermita pasamos al lado de una gasolinera donde hay un curioso palomar y mas adelante aprovechamos un área de descanso de la N-II con algo de sombra para descansar un rato antes de empezar el tramo que al final se nos hará el mas largo de todo el día. Según la guía hay que llegar a la carretera A-115 que va a Velilla de Ebro y al cabo de unos dos kilómetros por la misma, tomar un camino que sale a mano derecha y sube a la Venta de Santa Lucía. El caso es que nos pasamos el desvío y nos regalamos unos tres kilómetros extras, damos media vuelta y finalmente retomamos el camino correcto (ya está corregido en el track), enfilamos la subida a la Venta de Santa Lucía que no es muy larga pero que, entre el calor y el agobio de los kilómetros extra, nos deja fundidos. Parada obligada para rehidratarnos con otra cerveza y casi un litro de agua fresca, el ruido del tráfico de la N-II es ensordecedor por lo que descansamos lo justo para encarar lo que teóricamente ya es la bajada a Pina de Ebro.
El tramo entre la Venta de Santa Lucía y Pina de Ebro es el que mejor representa lo que son Los Monegros, el camino se aleja de la N-II, la soledad es absoluta y no hay ninguna sombra a la vista. Vamos haciendo subidas y bajadas entre campos resecos hasta llegar a unas cuadras con un abrevadero que marcan el principio del descenso a Pina de Ebro. Aquí aprovechamos la sombra del remolque cisterna de agua del abrevadero para descansar y refrescarnos en el mismo. Este tramo es bastante duro por el calor y los kilómetros que llevamos, pero no se nos ha hecho demasiado pesado. Ya solo nos queda ir bajando hasta cruzar un polígono industrial y al final por carretera secundaria entrar en Pina de Ebro.
Ni una sombra a la vista
Monegros
¡Ya queda poco para Pina de Ebro!
Tengo el culo dolorido y solo tenemos ganas de cenar algo y ponernos a dormir donde sea, como no podía ser de otra manera tanto la Iglesia como el Ayuntamiento están cerrados, por lo que cenamos en un bar de la Plaza principal y nos vamos al bosque de pinos que hay al lado del río Ebro para dormir. No llega a ser un parque pero hay una fuente, pistas de petanca y bancos; extendemos las esterillas y los sacos y después de que todos los vecinos hayan sacado a pasear al perro conseguimos dormirnos. Al final ha sido una etapa de casi 90 kilómetros por lo que mañana esperamos llegar a Zaragoza a mediodía con tiempo de sobra para coger el autobús de vuelta a Fraga sin problemas.
Distancia: 89,2 Km.
Desnivel acum.: +955 mts. -903 mts.

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